Erase una vez un Hombre que tenía dos Hijos; Diego (el primogénito) y Samuel.
[Años atrás el Padre hizo una promesa de amar y cuidar a sus Hijos; y al ellos nacer ratifico esa promesa].
Este hombre era bondadoso, humilde y lleno de amor; instruía a sus pequeños de la mejor manera y les amonestaba cuando debía hacerlo, pues decía, que la mejor muestra de amor no era complacerlos en todo. Años después sus pequeños ya no eran tan pequeños, eran jóvenes ya responsables de sus acciones, y aun así el continuaba enseñándoles lo bueno y lo malo.
Un día Diego (su primogénito), se rebeló contra su Padre, pues era rebelde, no quería aceptar su corrección ni obedecerle, y quería hacer todo a su manera; su Padre al escucharlo se entristeció en gran manera, pero debía dejarlo, pues por amor a su Hijo no podía obligarlo a obedecerlo; - una gran tristeza inundo su corazón, y lagrimas recorrían sus mejillas; el Padre recordando a sus pequeños cuando los tenía en sus brazos al nacer, pero – llego un pensamiento a su mente y noto que su pequeño Samuel siempre lo había obedecido en todo, aceptaba sus amonestaciones y hacia lo que su Padre le decía aun cuando el no entendía y posiblemente ni quería hacerlo (algunas veces); por otro lado Samuel pensaba:
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“Así es nuestro Padre Celestial, por amor a nosotros nos corrige y nos enseña que camino debemos tomar, aunque no lo entendamos es el mejor camino, pues, el desea lo mejor para nuestras vidas (Romanos 8:28); (no siempre en el mejor camino habrán rosas, también encontraremos espinas que nos ayudaran a crecer), pero por su gran amor con que nos ama el no va a obligarnos a obedecerle; nosotros decidimos aceptarlo o rechazarlo, tomar ese camino o seguir el nuestro el cual no nos conducirá a nada”.
Ahora; ¿En qué condición te encuentras?, en la de Diego quien decidió desobedecer a su Padre y seguir su camino, o en la de Samuel, quien tomo la sabía decisión de obedecer a su Padre (al pensar en todo lo que había hecho por él) aun cuando no entendía algunas cosas.
Pensamiento: “O eres obediente o desobediente, pues la obediencia a medias es desobediencia y trae caóticos resultados (Apocalipsis 3:15)”.
BENDICIONES!
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